Joaquín Pérez y Sara García trasladan las demandas sociolaborales de USO al presidente del PP y líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo

El secretario general de USO, Joaquín Pérez, y la secretaria de Acción Sindical y Empleo, Sara García, se han reunido con el líder de la oposición y presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el coordinador de Empleo, Autónomos y Diálogo Social del Partido, Javier Thibault. En el encuentro, le han planteado al Partido Popular nuestras reivindicaciones en materia de empleo y de calidad de vida relacionada con las condiciones de trabajo.

En este sentido, Pérez abordó los datos de empleo conocidos durante la mañana y la contratación precarizada: aumento de los contratos de fijos discontinuos desde la entrada en vigor de la reforma laboral y de las jornadas parciales, fruto en muchos casos de que se han ganado tiempos de producción. Sin embargo, estos no han repercutido en mejores condiciones para los trabajadores, solo en ahorro de costes, incluidos los de mano de obra.

Joaquín Pérez ha sido claro en este aspecto: “hay grandes temas de Estado en los que hay que ceder como partidos de país y alcanzar un acuerdo. Llevamos décadas de reformas en zigzag, en función de quien gobierne, y la realidad es que el mercado laboral español sigue teniendo los mismos problemas endémicos: alta rotación, temporalidad, estacionalidad y bajos salarios, entre otros”.

Por ello, espera que una gran reforma de consenso, y en el marco de un diálogo social proactivo y más plural, supere los ciclos políticos y dé estabilidad a la regulación laboral.

Reducir la temporalidad y la parcialidad no es ideología

“Reducir la temporalidad y la parcialidad no es una cuestión ideológica, es crucial, social y económicamente. Una de las claves es penalizar la temporalidad. Por ello, en USO siempre hemos apostado por simplificar los tipos de contratos, pero no para precarizar el indefinido, como ha ocurrido. Y, en el caso del temporal, la cotización de la empresa debería llevar una penalización del 25 %. Es decir, sobre un 1 de cotización, que sea 1,25 si el contrato es temporal”, propone el secretario general de USO.

Incentivos a los horarios racionales, más flexibilidad para adaptar la jornada por cuidados y permisos parciales retribuidos para este fin son políticas sociales que deben acompañar a las laborales. Hoy por hoy, son básicas en un país que precisa, por derechos de igualdad y por demografía, de una mejor conciliación.

Cambiar el modelo productivo

Otra de las grandes políticas que USO considera que emane de un pacto de Estado es el cambio de modelo productivo.

“La calidad del empleo se resiente en un modelo que prima lo efímero, lo estacional, la dependencia del monocultivo del turismo. Debemos apostar por una industria del presente y con futuro, que tenga en cuenta los avances de la digitalización, que se beneficie y sea partícipe de una I+D+i fuerte, que cree valor añadido. Estos sectores de alta cualificación generan empleo estable y con mejores salarios, que permiten a su vez florecer empleos y actividad económica indirecta”.

Una LOLS antidemocrática

Joaquín Pérez no ha querido dejar pasar la oportunidad de hacerle llegar al Partido Popular una reclamación sindical, “pero que es parte del problema. La legislación laboral no es mejor porque el diálogo social en España es un fracaso. Casi toda la batería de decretos aprobados desde 2020 se han hecho a golpe de negociación política, sin acuerdo en el seno del diálogo social o, directamente, sin pasar por él”.

Entiende que “es urgente, 40 años después, con un mundo completamente distinto y sin los miedos de la transición, actualizar la Ley Orgánica de Libertad Sindical, que aún trató la actividad sindical con ojos de dictadura y así estamos, aún hoy, ante la actividad menos democrática. Nadie se imagina las mismas trabas que hay en las elecciones sindicales trasladadas al ámbito político, o que, directamente, solo dos partidos tuvieran derecho pleno a ejercer como tal. Esto sigue ocurriendo con los llamados sindicatos más representativos, que gozan de múltiples privilegios, y es algo que queremos cambiar y que reivindicamos desde hace décadas tanto ante Gobierno como oposición”.

El diálogo social ha pinchado en cuanto a salarios. “Primero, congelaciones salariales. Ahora, subidas que podrían ser dignas si miramos la cifra, pero que ni recuperan lo perdido ni cubren la altísima inflación de los productos básicos. Necesitamos una negociación colectiva moderna, acompañada de una reforma fiscal con perspectiva social: revisar a la baja los tipos de IVA, deflactar las tablas de IRPF, actualizar las deducciones teniendo en cuenta el IPC o ampliar el mínimo exento de tributación, además de una reforma impositiva que penalice a las empresas que únicamente generan capital, no trabajo”.

Dejar de criminalizar las bajas

Por último, Sara García, ha querido destacar el peor lado del trabajo: la siniestralidad laboral, las 2 muertes diarias de las que no conseguimos bajar y la criminalización del absentismo justificado, como las enfermedades o los permisos retribuidos.

“Le hemos trasladado nuestra preocupación por esa estigmatización al trabajador enfermo, por ese discurso que está proliferando de nuevo de equiparar la enfermedad o el ejercicio de derechos con la vagancia. Queremos un compromiso de todo el Congreso de luchar contra la siniestralidad laboral, y la siniestralidad se reduce también respetando los tiempos de enfermedad y recuperación, no culpabilizando al trabajador por padecerla”.